Casa La Primavera – Cumbayá

Armonía. Es la palabra que elegiríamos para describir esta encantadora propiedad. Igual de importante, esta característica se percibe desde la entrada al conjunto de casas en el que se encuentra. Creemos que una buena parte de esta percepción se debe a los abundantes jardines, árboles y arbustos que componen el paisaje del conjunto. La casa no es la excepción, evidentemente. Su fachada ha sido conquistada por bugambilia y, con ella, un aire de verano permanente.

La madera es clave en la transición de la mirada entre la naturaleza y la construcción como tal. Presente en marcos de ventanas y puertas, se suma a las tejas para crear contraste, tanto con color como con textura. Las paredes blancas y llanas junto con los bordes grisáceos cálidos de la puerta principal y ventanas, encajan maravillosamente en la composición. Por último, la puerta de hierro y la campana en el ingreso agregan detalle de manera precisa.

El hall de ingreso proyecta la sutileza y sencillez de la fachada hacia el interior de la casa y es el primer lugar en el que se vislumbra la pequeña plazoleta alrededor de la cual se asienta la construcción. Una hermosa característica por cierto. A un costado del hall se encuentran la cocina, el comedor del diario y el comedor principal. En el costado opuesto se encuentra la sala principal, misma que incluye una chimenea. Las ventanas a lo largo de las paredes internas tienen dimensiones sustanciales, en proporción con la altura de los tumbados. Todo esto crea un efecto bastante atractivo, pues las paredes se limitan a dar forma solamente, de modo que siempre hay algo que observar.

Continuando por el corredor, llegamos al área de dormitorios, todos con vista hacia el jardín posterior. Los acabados y el estilo se mantienen en ellos, reproduciendo el ambiente acogedor de las áreas sociales. El dormitorio máster tiene acceso directo al jardín y es uno de los ambientes en los que mejor se aprecia la cautivadora polaridad entre los pisos de piedra en áreas exteriores y el porcelanato en aquellas interiores. Así también, es notable el aporte de este último al esquema de colores, reflejando apropiadamente la luz y absorbiendo los tonos de las paredes para luego fusionar ambos elementos.

Sin importar en dónde nos ubiquemos, la propiedad emana calma, similar a la que caracteriza a una casa de hacienda. Los rasgos coloniales en su arquitectura seguramente contribuyen a esta sensación de historia en el aire. ¿Es este tu estilo? Programa una visita.

Te dejamos con un recuento de los ambientes:

1. 3 dormitorios con baño completo cada uno
2. Estudio
3. Sala principal y sala de estar
4. Cocina con isla, comedor del diario
5. Comedor principal con puertas corredizas de madera
6. 1 medio baño social
7. Cuarto de servicio con baño completo
8. Área BBQ
9. Jardín posterior y jardines laterales
10. Área de lavandería
11. 2 parqueaderos, 1 bodega
12. Plazoleta interna
13. 500m2 construcción en una sola planta, 1500m2 terreno